Muchos católicos se involucran por primera vez con la Iglesia a través del dinero, ayudando con eventos para recaudar fondos. Algunos católicos sirven de ujieres, recogiendo los cestos de la colecta en la Misa. Otros cuentan o depositan la colecta. Aún más, otros sirven a la Iglesia como contadores, administradores, o en consejos de finanzas parroquiales. San Tito es un buen santo patronal para estos fieles.

Uno de los principales ministerios de san Tito fue el de acompañar a san Pablo en una misión de socorro. Respondiendo a la profecía de Agabo sobre una hambruna mundial (Hch 11:28), san Pablo salió por toda Asia Menor y Grecia para tomar una colecta para el pueblo sufrido de la Tierra Santa, como todo Papa lo hace hoy. Tito fue esencialmente "capitán" del equipo de recaudación de fondos de Pablo. Se concentró especialmente en las colectas de Grecia y Macedonia (2 Co 8:16-23).

La Iglesia necesita hombres y mujeres de confianza que recauden fondos, pero aún más, que también siembren la fe. ¡Alaben a Dios por estos siervos benditos! San Tito también combinó el recaudar fondos con la siembra de la fe. Él era fidedigno y continuó siendo atraído por Dios y no por el dinero (Mt 6:24). Sin embargo, Tito entendió que trabajar por el dinero era parte importante del Ministerio que Dios le dio. En vez de huir de esa responsabilidad, Tito avanzó con entusiasmo, fe y caridad (2 Co 8:16ss). Tito a diferencia de Judas Iscariote, fue digno de confianza en el uso del dinero para el Reino de Dios y sin fines egoístas. Sé un Tito.

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 25 de julio de 2017.

El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.