La semana que viene es el cuadragésimo quinto aniversario de la legalización del aborto por la Corte Suprema de los Estados Unidos. Esta decisión ha dado lugar a la muerte de cientos de millones de personas. Debido a los millones muertos, quedamos tentados y tan conmocionados que pensamos en ceder a la desesperación y la apatía. Sin embargo, el Señor nos dice: "¿Hasta cuándo vas a estar lamentándote?... ¡Llena tu frasco de aceite y parte!" (1 Sm 16:1) Sigamos viviendo como los ungidos de Cristo, es decir, como cristianos, y animemos a otros a hacer lo mismo.

La cultura de la muerte será desplazada por una civilización de amor y vida. Nuestro porvenir está lleno de esperanza (Jer 29:11), porque por su muerte y resurrección, Jesús ya ha reducido "a la impotencia, mediante su muerte, a aquel que tenía el dominio de la muerte, es decir, al demonio" (Heb 2:14). Jesús obtuvo la victoria total y "se sentó para siempre a la derecha de Dios, donde espera que sus enemigos sean puestos debajo de sus pies" (Heb 10:12-13). Aceleremos la aceptación y la aplicación de la victoria de Jesús tan ampliamente como sea posible para haya un mínimo de perdida. Viviendo total y plenamente por Cristo, "ganaremos" para Cristo "el mayor número posible" (1 Co 9:19). Llegaremos incluso a convencer a los que tienen dudas, salvándolos y librándolos del fuego (ver Jud 23). Vayan los ungidos, en el poder del Espíritu Santo.

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 25 de julio de 2017.

El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.