nuestra única esperanza
"Este es el Cordero de Dios" (Juan 1:36).
Por generaciones hemos formado una cultura de muerte — paso a paso, guerra tras guerra, aborto tras aborto, injusticia tras injusticia, pecado tras pecado. Nuestras semillas de falta de fe, lujuria y avaricia han crecido hasta una cosecha repugnantemente llena de injusticias. ¿Hay alguna esperanza?
Solo en Cristo hay esperanza. Él es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Jn 1:29). Jesús es el "Mesías, que traducido significa Cristo" (Jn 1:41) y "Rabí – que traducido significa Maestro" (Jn 1:38). Él es "el Camino, la Verdad y la Vida" (Jn 14:6). Él llamará nuestros nombres (ver 1 Sm 3:4) y los cambiará (ver Jn 1:42). Jesús traerá "la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor" (Lc 4:18-19). Jesús está derrumbando la cultura de la muerte y reemplazándola por una civilización de amor y vida.
Hay esperanza; hay cierta esperanza en Jesús — solo en Jesús. ¡Aleluya!
Oración: Padre, gracias por Jesús: Vida y Esperanza.
Promesa: "¿O no saben que sus cuerpos son templo del Espíritu Santo, que habita en ustedes y que han recibido de Dios? Por lo tanto, ustedes no se pertenecen, sino que han sido comprados, ¡y a qué precio! Glorifiquen entonces a Dios en sus cuerpos" (1 Co 6:19-20).
Alabanza: ¡Alabado sea Jesús resucitado y eucarístico! ¡Aleluya! "¡A Él sea la gloria por los siglos de los siglos!" (2 Tim 4:18)
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 25 de julio de 2017.
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