Después del Sermón de la Montaña, Jesús decidió llevar los discípulos en una gira con Él. Fue una gira de curación, milagro y liberación. Los discípulos vieron un leproso sanado, el siervo del centurión curado de la parálisis, la suegra de Pedro curada de una fiebre, una tormenta calmada, dos hombres liberados de demonios, un paralítico curado, la hija de Jairo resucitada de entre los muertos, una mujer que padeció hemorragia por 12 años curada, dos ciegos recibieron la vista y un mudo liberado de un demonio y pudo hablar (Mt 8:1─9:34). ¡Qué viaje!

Los discípulos fueron turistas en esta gira. A su término, Jesús pidió a Sus discípulos que oraran por guías turísticos, es decir, trabajadores para la cosecha (Mt 9:38). Ellos se convirtieron en la respuesta a sus propias oraciones y les fue otorgada la autoridad para hacer lo mismo que había hecho Jesús.

Jesús nos ha dado "poder de expulsar a los espíritus impuros y de curar cualquier enfermedad o dolencia" (Mt 10:1). Sin embargo, muchos cristianos no le creen a Él. Debemos primero ir de gira con Jesús y ver Sus obras poderosas. Entonces, creeremos Sus promesas. Jesús está preparando una gira de milagros, sanaciones y liberación. Obedécele. Ven, ve, conquista.

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 3 de marzo de 2017.

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