cómo ser encantador
"Esta fue leída y todos se alegraron por el aliento que les daba" (Hechos 15:31).
Los líderes de la Iglesia primitiva enviaron una carta a los cristianos gentiles de Antioquía. Los líderes les dijeron que el Espíritu Santo y los líderes de la Iglesia habían decidido que los cristianos gentiles se "abstengan de la carne inmolada a los ídolos, de la sangre, de la carne de animales muertos sin desangrar y de las uniones ilegales" (Hch 15:29). Cuando la carta fue leída "todos se alegraron por el aliento que les daba" (Hch 15:31). ¿Estaban los cristianos gentiles, en gran medida, encantados y alentados porque las instrucciones expresadas en esta carta eran fáciles de aceptar? Probablemente no, porque sabemos que algunos cristianos gentiles tenían gran dificultad con la primera y última instrucción de esta carta (ver Rom 14:13ss; 1 Co 8:1ss; 1 Tes 4:3ss). Los cristianos gentiles se alegraron y fueron alentados porque no se salieron con la suya o una forma fácil, sino porque eran dóciles al Espíritu Santo y expresaron esto con su sumisión a la autoridad a los líderes de la Iglesia. Los cristianos gentiles de Antioquía se alegraron porque estaban desinteresados (ver Fil 4:4-5). Se deleitaban en la obediencia a la ley del Señor (Sal 40:9), tal como fue revelado por el Espíritu Santo por medio de los líderes de la Iglesia.
La verdadera delicia y el estímulo no se basan en hacer lo que queremos, sino en la búsqueda de la voluntad de Dios. Al igual que Jesús, derivamos nuestra comida, cumplimiento, y gozo al hacer la voluntad de Dios el Padre (Jn 4:34).
No siempre podemos conseguir lo que queremos, pero siempre podemos hacer la voluntad de Dios. Por lo tanto, el encanto y el estímulo están siempre disponibles para nosotros. Busca la voluntad de Dios. Sométete a la autoridad. Estemos encantados y animados siempre.
Oración: Padre, que pueda ser Tú encanto.
Promesa: "Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros" (Jn 15:17).
Alabanza: Desde que se sometió a las enseñanzas de la Iglesia por completo, la confusión y la ira de Marta se han disipado.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 28 de deciembre de 2016.
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