la vida en la palabra
"La Palabra del Señor se iba extendiendo por toda la región" (Hechos 13:49).
La Palabra del Señor se extiende en este momento por toda su región y por todo el mundo. Sin embargo, si hay un pecado impenitente en tu vida, serás manipulado para rechazar y oponerse a la Palabra de Dios (ver Hch 13:45-46). Pero si te arrepientes, creerás en la Palabra de Dios, te deleitarás en ella y responderás con alabanzas (Hch 13:48). Eso puede resultar en tu persecución por los que rechazan la Palabra de Dios. A pesar de eso quedarás "llenos de alegría y del Espíritu" (Hch 13:52), porque disfrutas del privilegio no solo de creer en la Palabra de Dios sino también de sufrir por ella (ver Fil 1:29). Por medio de tu sufrimiento por aceptar la Palabra de Dios, el Espíritu Santo se quedará en ti (1 Pe 4:14), y harás obras más grandes que las que hizo Jesús (Jn 14:12), porque cualquier cosa que pidas en Su nombre Él hará (Jn 14:14).
Cuando aceptamos la Palabra de Dios, entramos en una nueva manera de vivir. En la Palabra de Dios, cambiamos de gracia sobre gracia (ver Jn 1:16). Al vivir en la Palabra de Dios, caminamos en la Verdad Que nos libera (Jn 8:31-32). Aceptamos, permanecemos en y llevamos la Palabra de Dios.
Oración: Padre, por medio de la intercesión de Nuestra Señora de Fátima, que me estremezca ante Tus Palabras (Is 66:2).
Promesa: "Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios" (Sal 98:3).
Alabanza: Nuestra Señora de Fátima visitó a tres niños y con ellos cambió el mundo.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 28 de deciembre de 2016.
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