guerra mundial
"El celo por tu Casa me consumirá" (Juan 2:17).
La palabra griega para "iglesia" significa "llamado". La Iglesia es la reunión de personas que Jesús escogió de este mundo (Juan 15:19). Jesús fundó la Iglesia en la sombra de la ciudad mundana, Cesárea de Filipo (Mt 16:13). Él implicó que la Iglesia comenzaría a atacar las puertas del infierno asaltando las puertas de la ciudad mundana (Mt 16:18).
Vivimos en el mundo geográficamente; sin embargo, espiritualmente estamos en guerra con el mundo (Jn 17:15). Nosotros no somos del mundo más que de lo Jesús pertenece al mundo (Jn 17:16). Por lo tanto, el mundo nos odia. Crucificó a Jesús y tratará de matarnos también. Así que la Iglesia, porque es "llamada", es tanto un ejército como un refugio. La Iglesia es donde Dios se reúne, descansa, enseña y nutre a Sus tropas.
Somos una comunidad, una "koinonía", "una vida común" (ver Hch 2:42). No tenemos mucho en común con el mundo. Jesús nos ha liberado de todo eso. Pero con los hermanos y hermanas de nuestra comunidad eclesial, tenemos en común la experiencia salvadora de la relación personal con Jesús y el poder que nos ha dado el Espíritu Santo. ¿Continúa en tu vida este significado original de la iglesia?
Oración: Jesús, que pueda unirme a Tu Iglesia no solo oficialmente sino también en espíritu.
Promesa: "El fundamento ya está puesto y nadie puede poner otro, porque el fundamento es Jesucristo" (1 Co 3:11).
Alabanza: ¡Aleluya! Jesús es la piedra angular, y la Iglesia es Su columna y fundamento de la verdad (1 Tim 3:15). ¡Alabado sea nuestro Señor para siempre!
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 10 de mayo de 2017.
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