¿feligreses sin comunidad?
"Salúdense mutuamente con el beso de paz. Todas las Iglesias de Cristo les envían saludos" (Romanos 16:16).
El Señor nos llama no solo a ir a la iglesia sino para ser miembros de la Iglesia. Esto significa que estamos llamados a ser bautizados (es decir, sumergidos) en el cuerpo de Cristo, la Iglesia (1 Co 12:13). Estamos para continuar firmemente en la vida de la comunidad cristiana (Hch 2:42). Debemos vivir nuestra hermandad bautismal "no solamente con la lengua y la palabra, sino con obras y de verdad" (1 Jn 3:18).
¿Estas obedeciendo los mandamientos del Señor en la Biblia de vivir una vida en comunidad? ¿Estás viviendo una vida de comunidad de acuerdo con el significado del bautismo? Si puedes escribir algo similar a lo que Pablo escribió en el capítulo XVI de sus epístolas a los romanos, entonces probablemente estás viviendo una vida de comunidad agradable al Señor. En ese capítulo, Pablo menciona o saluda por nombre a más de treinta personas. Además, la Iglesia de Roma era solo una de las comunidades con las que Pablo trabajaba. Es más, las relaciones de Pablo con la mayoría de estas personas no eran superficiales; eran profundas. Por ejemplo, Prisca y Aquila "arriesgaron sus vidas" por Pablo (Rom 16:4). Estar en comunidad cristiana es vivir en dicho contexto que nos permite conocer y amar profundamente a muchos en hermandad cristiana. En nuestra sociedad occidental, tratamos de vivir más independientes, con estilos de vida menos comprometidos. Este experimento ha demostrado ser un fracaso. Debemos volver a la Iglesia, es decir, a la convivencia descrita en el Nuevo Testamento.
Oración: Jesús, Cabeza de la Iglesia, enséñame lo que Tú quieres decir con "Iglesia".
Promesa: "Ningún servidor puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No puede servir a Dios y al Dinero" (Lc 16:13).
Alabanza: San Martín respondió al amor de Jesús llevando a su madre pagana a la fe en Cristo.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 10 de mayo de 2017.
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.