cantos espirituales
"El hombre espiritual, en cambio, todo lo juzga, y no puede ser juzgado por nadie" (1 Corintios 2:15).
El Espíritu de Dios nos enseña todo lo que necesitamos saber (Jn 14:26) y nos conduce a toda la verdad (Jn 16:13). Solo la persona espiritual puede aceptar lo que el Espíritu le enseña (1 Co 2:13-15). "El hombre puramente natural no valora lo que viene del Espíritu de Dios: es una locura para él y no lo puede entender, porque para juzgarlo necesita del Espíritu" (1 Co 2:14). Aun más, debemos ser capaces de aceptar la enseñanza del Espíritu, ya que somos personas espirituales en Cristo. Nos convertimos en seres espirituales cuando fuimos bautizados.
Debemos vivir nuestro bautismo o nos limitaremos en recibir las enseñanzas del Espíritu. Esto explica la razón por la cual muchos cristianos no escuchan lo que el Espíritu dice a las Iglesias (Ap 2:7, 11), familias, barrios, empresas y países. Las palabras del Espíritu son verdad (1 Jn 5:6) y vida (ver Jn 6:63). El Espíritu que mueve la Palabra es nuestra principal arma ofensiva en la batalla espiritual (Ef 6:17). Debemos escuchar al Espíritu o seremos engañados, decepcionados y derrotados. Por lo tanto, debemos vivir nuestro bautismo y ser personas espirituales - no solo potencial sino realmente.
Renueva tus promesas bautismales. Arrepiéntete. Dale tu vida por completo a Jesús. Ámalo con todo tu corazón. Luego recibe el Espíritu, Su enseñanza y Su vida.
Oración: Padre, envía el Espíritu de la verdad para que me guíe a toda verdad (Jn 16:13).
Promesa: "¿Qué tiene Su palabra? ¡Manda con autoridad y poder a los espíritus impuros, y ellos salen!" (Lc 4:36)
Alabanza: En una "cafetería católica", Martín recibió el Espíritu y ahora cree en todo lo que la Iglesia proclama.