¿cuánto debemos hablar del infierno?
"Serán puestos como ovejas en el Abismo" (Salmos 49:15).
Hace años, los predicadores y personas en general hablaban del infierno con frecuencia. Hoy en día, aunque varias veces mencionan la palabra "infierno" los malhablados, la existencia del infierno es negada por muchos, incluso por cristianos, o se le da una ínfima importancia. ¿Cuánto sobre el "infierno" debemos hablar?, es decir, ¿con qué frecuencia debemos mencionar seriamente el infierno en la iglesia y en otros lugares? Esta pregunta es difícil de contestar.
Una regla posible es mencionar el infierno tantas veces como lo hace Jesús en los Evangelios. Jesús no estaba siempre hablando del infierno. Sus temas preferidos fueron su padre, el reino de los cielos y la cruz. Sin embargo, Jesús no ignora ni resta importancia al infierno. No usó el término "infierno" pero habló de "la Gehena con su fuego inextinguible" (Mc 9:43) donde "el gusano no muere" (Mc 9:48). Jesús también se refirió a "Hades," traducido como "la morada de los muertos" (Lc 16:23) o "el Abismo" (Lc 16:23). En este lugar, las personas son atormentadas por las llamas (Lc 16:24). Cuando Jesús enseñó sobre el día del juicio, mencionó un "castigo eterno" (Mt 25:46) para malhechores que han sido arrojados "en el horno ardiente: allí habrá llanto y rechinar de dientes" (Mt 13:42).
Pongamos nuestros ojos en Jesús (Heb 12:2) y no en el infierno u otra cosa. Sin embargo, seamos conscientes del infierno como Jesús quiere que sea, como indican Sus palabras en los Evangelios.
Oración: Padre, envía al Espíritu Santo para darme el poder de convencer a los dudosos y librarlos del infierno (ver Judas 22).
Promesa: "Pero Dios rescatará mi vida, me sacará de las garras del Abismo" (Sal 49:16).
Alabanza: José reza un Rosario cada mañana mientras se dirige al trabajo.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 21 de enero de 2016.
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