Jesús es Dios. Nosotros Sus discípulos, deberíamos aprovechar todas las oportunidades para proclamar la divinidad de Jesús. Siempre y especialmente en esta temporada de Pascua, debemos declarar que Jesús es el Hijo de Dios, que es Dios, "con poder según el Espíritu santificador por Su resurrección de entre los muertos" (Rom 1:4).

Jesús mismo tomó una oportunidad para proclamar su divinidad prediciendo que iba a ser traicionado por Judas. Jesús dijo a sus discípulos: "Les digo esto desde ahora, antes que suceda, para que cuando suceda, crean que Yo Soy" (Jn 13:19). Del mismo modo, podemos convertir esas veces en que hemos sido traicionados o rechazados, en oportunidades para proclamar a Jesús como el gran YO SOY. Podemos hacer esto especialmente al recibir el poder divino de perdonar. Lo que el viejo dicho dice es cierto: "Errar es de humanos; perdonar es divino." Cuando verdaderamente perdonamos a los Judas en nuestras vidas, cuando nos abrazamos, besamos, donamos y honramos a los hijos o hijas prodigas en nuestras vidas (Lc 15:20ss) otros dirán o que estamos locos, o reconocerán a Jesús como Dios. Ellos saben que perdonar realmente a sus enemigos no es normal para los seres humanos. Así que o estamos locos, o este Jesús, al que estamos siguiendo, es Dios, Quien es el único que tiene el poder de perdonar.

Donde quiera que sea, trata de usar los acontecimientos en tu vida para proclamar que Jesús es el YO SOY.

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 21 de enero de 2016.

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