¿encerrado en un cajón?
"Y Jesús les dijo: 'No teman; vayan y lleven la noticia'" (Mateo 28:10).
Los guardias en la tumba de Jesús sintieron el temblor de la tierra (Mt 28:2). Entonces un ángel, que parecía "como un relámpago de luz," rodó la piedra delante de la tumba de Jesús (Mt 28:2-3). "Los guardias temblaron de espanto y quedaron como muertos" (Mt 28:4). Sin embargo, pocas horas más tarde esos mismos guardias no temían aceptar un soborno para mentir acerca de la resurrección de Jesús (Mt 28:12-13). Esas mentiras han sido tan exitosas que circulan "hasta el día de hoy" (Mt 28:15). Nosotros, llamados a ser testigos del Cristo resucitado debemos reconocer que por impresionantes que fueron los acontecimientos en alrededor de la resurrección de Jesús, aún hay formidables poderes que se nos oponen.
Pascua es una fiesta de luz, y Jesús llama a sus discípulos "la luz del mundo" (Mt 5:14). Sin embargo, hay fuerzas poderosas que tratan de esconder nuestra luz dentro de un cajón (Mt 5:15). De hecho, muchos cristianos escondemos nuestra luz dentro de cajones cerrados. Si logras sacarla del cajón del miedo, por ejemplo, los cajones de la tibieza, del no perdonar, del odio de sí mismo, de la depresión, de la pereza, de la ansiedad, de la lujuria y de las compulsiones estas cosas pueden todavía ocultar nuestra luz.
Necesitas "la fuerza que viene de lo alto" (Lc 24:49), del Espíritu Santo, para sacar tu luz de ese encajonamiento y hacerte testigo de Cristo resucitado (Hch 1:8; 2:32). Necesitas renovar las gracias del Espíritu Santo que originalmente recibiste en tu bautismo. Sigue reflexionando y profundiza la renovación de tus promesas bautismales que hiciste ayer. ¡Qué tu luz resucitada brille!
Oración: Padre, dame la fe para mover montañas (Mt 17:20) y cajones cerrados
Promesa: "Me harás conocer el camino de la vida, saciándome de gozo en tu presencia, de felicidad eterna a tu derecha" (Sal 16:11).
Alabanza: Te alabo, Jesús, "la Resurrección y la Vida" (Jn 11:25). El cielo y la tierra están llenos de su gloria resucitada. ¡Aleluya!
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 10 de noviembre de 2015.
El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.