amor asombroso
El Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó el pan, dio gracias, lo partió y dijo: "Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía" (1 Corintios 11:23-24).
Dios se hizo un ser humano. "La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros" (Jn 1:14). El Señor se anonadó a sí mismo (Fil 2:7). Él fue sometido a las mismas pruebas que nosotros, a excepción del pecado (Heb 4:15). Dios se hizo un embrión humano, un bebé, un niño, un adolescente, etc. Dios lavó los pies de Sus discípulos (Jn 13:5) y sigue haciéndolo hoy en día (ver Heb13:8). Dios se anonadó y se humilló a sí mismo hasta aceptar la muerte en la cruz (Fil 2:8).
Luego el Dios-Hombre hizo lo impensable. Se hizo prácticamente nada y se humilló a sí mismo a tal punto que Él nos da su cuerpo y sangre, su alma y divinidad bajo las simples apariencias del pan y el vino. En la Eucaristía, Jesús, que se ha anonadado a sí mismo de su divinidad, ahora parece haberse anonadado a sí mismo incluso de su humanidad. Cuando Jesús tomó un trozo de pan y una copa de vino y dijo: "Esto es mi Cuerpo. Este es mi Sangre" (ver 1Co 11:24, 25), pronunció una de las declaraciones más asombrosas que jamás se han hecho.
¿Por qué la Encarnación? ¿Por qué la Crucifixión? ¿Por qué la Eucaristía? "Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna" (Jn 3:16). "Dios es amor" (1 Jn 4:16). Ámalo.
Oración: Dios amoroso, yo decido amarte con todo mi corazón, con todo mi espíritu, con toda mi mente, y con todas mis fuerzas (Lc 10:27). Que yo Te pueda amar con toda mi vida, como para Ti es "todo".
Promesa: "Este será para ustedes un día memorable y deberán solemnizarlo con una fiesta en honor del Señor. Lo celebrarán a lo largo de las generaciones como una institución perpetua" (Ex 12:14).
Alabanza: "Oh, Sacramento santísimo; Oh, Sacramento divino, toda alabanza y todo agradecimiento sean a todo momento tuyos."
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 1 de abril de 2015
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