el último mandamiento
"Sólo te falta una cosa" (Marcos 10:21).
Si amamos a Jesús, le obedecemos (Jn 15:10). Por lo tanto, vivir una vida de amor es "obedecer a Jesucristo" (ver 1 Pe 1:2). A medida que nuestras vidas en la tierra llegan a su conclusión, también llegamos al punto en que sólo nos falta una cosa. El último mandamiento es:
- necesario (Mc 10:21),
- difícil (Mc 10:23, 24),
- humanamente imposible (Mc 10:27) y
- a menudo incluye la persecución (Mc 10:30).
Ya que es la última oportunidad del diablo de atraparnos y esclavizarnos, hará todo lo que pueda para hacer nuestra obediencia al último mandamiento del Señor lo más difícil posible. Nos hemos preparado para la obediencia a este último mandamiento pidiéndole constantemente a María que rece por nosotros "ahora y en la hora de nuestra muerte".
La clave del obedecer al último mandamiento del Señor y a todos sus mandamientos es depender de su gracia y no de nuestra fuerza. El mismo Señor que nos ha dado sus mandamientos, imposibles para los hombres, nos llenará de su amor, el cual nos impulsará a obedecer a su mandamiento final (2 Co 5:14).
Vive en gracia y amor y así vivirás en obediencia hasta el fin. "El que persevere hasta el fin, se salvará" (Mt 24:13).
Oración: Padre, ponme al corriente en mi obediencia a ti.
Promesa: "La Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de doble filo" (Heb 4:12).
Alabanza: ¡Alabanzas a Jesús, "el Camino, la Verdad y la Vida" (Jn 14:6), quien obedeció hasta la muerte!
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 15 de junio de 2015.
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