días de juicio
"En cuanto a mí, poco me importa que me juzguen ustedes o un tribunal humano" (1 Corintios 4:3).
¿Te importa si otra gente te juzga? A la mayoría de las personas, esto les importa mucho. Algunos se enojan, se resienten, se rebelan, y no perdonan cuando son juzgados. Otros comprometen sus principios y se dejan manipular cuando sienten que alguien les juzga. Sin embargo, a los cristianos no nos debería importar si somos o no juzgados o incluso llevados a los tribunales (1Co 4:3).
¿Te juzgas a ti mismo? En la sociedad occidental, hemos sido programados a analizarnos y psicoanalizarnos indefinidamente. Somos una cultura extremadamente introspectiva. Nosotros reflexionamos acerca de nuestro pensamiento y chequeamos cómo nos sentimos constantemente. La Palabra de Dios nos enseña a no juzgarnos a nosotros mismos (1Co 4:3). Debemos enfocarnos en Dios en lugar de enfocarnos en nosotros mismos.
¿Estás muy consciente de que serás juzgado por Dios cuando mueras y en el Día del Juicio? Todos seremos juzgados no sólo en nuestras obligaciones, sino por nuestras omisiones. Además, responderemos no sólo sobre nuestras acciones sino también por nuestras motivaciones. El Señor "sacará a la luz lo que está oculto en las tinieblas y manifestará las intenciones secretas de los corazones" (1Co 4:5). Debemos "tener plena confianza en el día del Juicio" (1Jn 4:17).
Muchas veces nuestra mente está en lo que piensan los demás sobre nosotros o en lo que pensamos de nosotros mismos. No debemos preocuparnos de estas cosas, solo de lo que Dios piensa de nosotros. Ser cristiano significa ser necio por Cristo (1Co 4:10), renunciar a sí mismo (Lc 9:23), y vivir sólo para Cristo.
Oración: Padre, cuando oigo la palabra "juzgar", permíteme pensar en el Día del Juicio.
Promesa: "Llegará el momento en que el esposo les será quitado; entonces tendrán que ayunar" (Lc 5:35).
Alabanza: Tim y Sharon educaron sus cinco hijos en la casa y dirigen un grupo católico de apoyo para la educación en el hogar. Cada año, el Señor inspira a varias familias a comenzar la educación en casa a través de su ministerio.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 23 de abril de 2014
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