meterse en problemas
"Sólo sé que, de ciudad en ciudad, el Espíritu Santo me va advirtiendo cuántas cadenas y tribulaciones me esperan" (Hechos 20:23).
El Espíritu Santo repetidamente alertó a san Pablo que cadenas, dificultades y aun martirio le acechaban. Aun frente a la posibilidad del sufrimiento, persecución y muerte (Hch 20:24) Pablo, siguió al Espíritu lo para cumplir su carrera y servir al Señor. El Espíritu Santo nos advierte de problemas que vienen y nos invita a enfrentarlos.
Si vamos a recibir el Espíritu en un nuevo Pentecostés, tendremos que aceptar, voluntariamente, las tribulaciones que le acompañan. Por ejemplo, algunas enfermeras que reciban el Espíritu, este Pentecostés, renunciarán a sus trabajos en lugar de quedarse calladas ante la práctica de abortos en sus hospitales. Algunos maestros, serán despedidos por orar públicamente en las escuelas del Estado. Otros aceptarán las presiones y los ataques cuando se declaren contra la pornografía. Algunos cristianos que recibirán el Espíritu, este Pentecostés, podrían ser perseguidos o aun asesinados en su esfuerzo por llevar a Cristo a gente que vive en países musulmanes, comunistas o humanistas seculares.
El Espíritu Santo nos llevará a un cierto tipo de tribulación. Si estamos dispuestos a meternos en ese problema, recibiremos el Espíritu Santo este Pentecostés.
Oración: Padre, permite que mi amor por ti me dé la valentía para estar dispuesto a sufrir y morir por Ti.
Promesa: "Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero y a tu Enviado, Jesucristo" (Jn 17:3).
Alabanza: El rey de Uganda, enojado por la renuncia de algunos de los jóvenes a someterse a sus actos inmorales, ordenó a sus sirvientes cristianos a separarse de los no cristianos. San Carlos Lwanga y otros catorce jóvenes salieron a declarar su lealtad a Jesús, y con valentía se hicieron mártires.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 1 de abril de 2014
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