Nuestros deseos internos (Stg 4:1) por placeres (Stg 4:3) y nuestra soberbia (Stg 4:6) amistad con el mundo (Stg 4:4) son los origines de nuestros conflictos y disputas en nuestras vidas y en este mundo (Stg 4:1). "Sométanse a Dios; resistan al demonio, y él se alejará de ustedes. Acérquense a Dios y él se acercará a ustedes. Que los pecadores purifiquen sus manos; que se santifiquen los que tienen el corazón dividido. Reconozcan su miseria con dolor y con lágrimas. Que la alegría de ustedes se transforme en llanto, y el gozo, en tristeza. Humíllense delante del Señor, y él los exaltará" (Stg 4:7-10).

Este no sólo es el mensaje para la próxima semana de Pascua pero también para toda tu vida. "Todos nosotros también nos comportábamos así en otro tiempo, viviendo conforme a nuestros deseos carnales y satisfaciendo nuestra concupiscencia y nuestras malas inclinaciones, de manera que por nuestra condición estábamos condenados a la ira, igual que los demás" (Ef 2:3), pero "todos los que pertenecen a Cristo Jesús han crucificado su propia carne con sus pasiones y deseos" (Gal 5:24). Por la Gracia de Dios y solo por su Gracia, nosotros debemos "revestirnos del Señor Jesucristo, y no preocuparnos por satisfacer los deseos de la carne" (Rom 13:14). Para "vivir el resto de nuestra vida mortal, no según los deseos humanos, sino según la voluntad de Dios. Ya hemos vivido bastante tiempo conforme al criterio de los paganos" (1 Pe 4:2-3).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 8 de augusto de 2013

El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.