camino sin fin
"El trono de Dios y del Cordero estará en la Ciudad, y sus servidores lo adorarán. Ellos contemplarán su rostro y llevarán su Nombre en la frente"(Apocalipsis 22:3-4).
En este último día del año de la Iglesia, en este nuevo milenio, dice Jesús, como se cita en los últimos versículos de la Biblia: "¡Volveré pronto!" (Ap 22:7). Después de la venida final de Jesús, aquellos que han sido esclavos fieles de Jesús, irán al cielo y verán al Señor cara a cara (Ap 22:4). "Nunca más padecerán hambre ni sed, ni serán agobiados por el sol o el calor. Porque el Cordero que está en medio del trono será su Pastor y los conducirá hacia los manantiales de agua viva. Y Dios secará toda lágrima de sus ojos" (Ap 7:16-17). "Tampoco existirá la noche, ni le hará falta la luz de las lámparas ni la luz del sol, porque el Señor Dios los iluminará, y ellos reinarán por los siglos de los siglos" (Ap 22:5).
"Estas palabras son verdaderas y dignas de crédito" (Ap 22:6). "Estén prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así podrán comparecer seguros ante el Hijo del Hombre" (Lc 21:36).
¡Maranatá! ¡Ven, Señor Jesús!
Oración: Padre, ¿puedo ir a vivir contigo para siempre en el cielo? ¿Puedo llevar conmigo a tantas personas como sea posible?
Promesa: "Feliz el que cumple las palabras proféticas de este Libro" (Ap 22:7).
Alabanza: Después de que su coche quedó destrozado, Ana reconoció más claramente la cercanía de Jesús.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 3 de junio de 2014
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