más allá del egoísmo
"Natán comunicó a David toda esta visión y todas estas palabras" (2 Samuel 7:17).
David, como todos nosotros, era muy egoísta. Así somos desde que nacemos. Somos naturalmente egoístas. Un día, un gran milagro ocurrió en la vida de David: tuvo un pensamiento altruista. Pensó en construir una casa para el Señor (2 Sm 7:2). Aunque David no fue elegido por el Señor para hacer esto, el Señor tomó este momento inusitado de altruismo para revelar a David una asombrosa profecía. A través del profeta Natán, el Señor dijo a David que su casa, Reino y trono serían estables para siempre (2 Sm 7:16).
A veces, por la gracia de Dios y en nuestra nueva vida por medio del bautismo, nosotros también tenemos pensamientos altruistas. Como David, también recibiremos sorprendentes revelaciones de Dios cuando pasamos más allá del egoísmo. En aquel país del altruismo, tan extraño para nosotros, ya no nos encontramos en medio de las abrumadoras tinieblas del egoísmo (Is 60:2). Más allá del egoísmo, "sobre ti brillará el Señor y su gloria aparecerá sobre ti" (Is 60:2).
Ven a Jesús; arrepiéntete; niégate a ti mismo; cruza al más allá.
Oración: Padre, la vida que vivo yo, ya no sea mía. Es una vida de fe en Jesús (Gal 2:20).
Promesa: "Los que reciben la semilla en tierra buena, son los que escuchan la Palabra, la aceptan y dan fruto al treinta, al sesenta y al ciento por uno" (Mc 4:20).
Alabanza: Rico rindió su vida a Jesús y dejó de fumar después de diez intentos fallidos.
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro de nuestro equipo editorial).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 19 de julio de 2013
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