En este Día de la Independencia de los Estados Unidos de América, ¿es usted independiente del pecado y de la parálisis porque es absolutamente dependiente del Señor? Cada persona es simultáneamente independiente y dependiente. Cada cual es las dos cosas: libre y esclavo. La cuestión es que "al someterse a alguien como esclavos para obedecerle, se hacen esclavos de aquel a quien obedecen, ya sea del pecado, que conduce a la muerte, o ya sea de la obediencia que conduce a la justicia" (Rom 6:16).

"Ahora, en cambio, ustedes están libres del pecado y sometidos a Dios: el fruto de esto es la santidad y su resultado, la vida eterna" (Rom 6:22). ¿Dependes de Dios, de modo que, te sientes libre para confiar en Él hasta el punto de entregarle la vida de un ser querido? (Ver Gn 22:2). ¿Eres tan libre en Jesús como para dar tu propia vida por Él?

La independencia puede ser una maldición o una bendición. Depende de lo que escojamos. Si nos negamos a escoger, el diablo nos obliga a depender de él y a separarnos de Dios. No tenemos que decidir a favor del diablo. Si nos negamos a seguir a Jesús, el diablo puede hacer su obra en nuestras vidas. No hacer la decisión por Jesús, es realmente una decisión, porque Satanás no respeta nuestra libre voluntad.

Entonces, debemos decidir ser totalmente dependientes de Jesús e independientes de Satanás y el pecado. Haz de este Día de la Independencia el mejor de todos. Haz una "Declaración de Dependencia" de Jesús.

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 1 de marzo de 2013

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