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Viernes, 5 de abril de 2013

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Semana Santa


Hechos 4:1-12
Salmo 118:1-2, 4, 22-27
Juan 21:1-14

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tus resurrecciones

"¿Por qué poder o en cuyo nombre han hecho esto hombres tales como tu?"(Hechos 4:7).

Pedro negó a Jesús tres veces cuando Jesús estaba a punto de ser crucificado. Incluso después de ver a Cristo resucitado al menos tres veces (Cfr. Lc 24,34; Jn 20,19, 26), Pedro se rebeló contra Cristo resucitado para regresar a su negocio de pesca (Cfr. Mc 1,17; Jn 21,3). También hizo el ridículo al saltar en el lago con su ropa (Jn 21,7). En fin, Pedro estaba lejos de ser el hombre que Jesús le llamó a ser.

Algunas semanas después, Pedro audazmente dio testimonio de Jesús a miles de personas (Hch 2,41; 4,4). Aun luego de ser detenido, desafió a "los dirigentes, los ancianos y los escribas" (Hch 4,5) a arrepentirse de rechazar a Jesús y a aceptar el nombre de Jesús como el único "nombre en todo el mundo dado a los hombres por el que quedaremos a salvo" (Hch 4,12).

¿Qué le pasó a Pedro? ¿Cómo pasó de estar muerto de miedo y pecado, a una vida de fe y libertad? Pedro se "llenó del Espíritu Santo" (Hch 4,8). El Espíritu Santo levantará eventualmente nuestros cuerpos de entre los muertos (Rm 8,11). Esa será nuestra última resurrección. Antes de ello, el Espíritu nos elevará desde una muerte por cobardía, rebelión y egoísmo a una vida nueva, abundante y eterna. Por el Espíritu, elévate ahora para que te eleve después. "Despiértate, tú que duermes, levántate de entre los muertos" (Ef 5,14).

Oración:  Padre, resucita aquellas partes de mi vida que estén muertas.

Promesa:  "Tiraron sus redes y se llenaron de tantos peces que no podían arrastrarla"(Jn 21,6).

Alabanza:  "Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en su gran misericordia, nos hizo renacer, por la resurrección de Jesucristo, a una esperanza viva, " (1Pd 1,3). ¡Aleluya!

Referencia:  (Esta enseñanza fue presentada por un miembro de nuestro equipo editorial).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 19 de diciembre de 2012

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