Cuando Jesús dice que aquellos que hacen actos religiosos para ser reconocidos ya tienen su "recompensa". Usa una palabra griega que sugiere un pago comercial, es decir, un pago completo por dar un servicio (Mt 6:2, 5, 16). Por ejemplo, si un plomero repara tu fregadero, se le paga su factura al completo, pero solamente esa cantidad de pago. Jesús dice que aquellos que dan diezmo, oran, y ayunan para que su reputación crezca, están buscando el pago del aplauso. De modo que consiguen su satisfacción, un pago, pero nada más.

Jesús usa una palabra griega diferente cuando promete que, al mantener tu donativo, oración y ayuno en secreto, el Padre del cielo "te recompensara" (Mt 6:4. 6. 18). Este término significa una recompensa de una cantidad no especificada, determinada solamente por la generosidad del que la da. La completa recompensa, si es que la hay, depende del que es misericordioso y bueno, amable y con una generosidad sin límite (Sal 103:8; Ex 20:6; Mt 10:41-42; 2Cor 9:10). Quizá no te dé ninguna recompensa, o puede que "abra las compuertas del cielo y derrame para ustedes la bendición en abundancia". (Mal 3:10)

Esta cuaresma ¿te centrarás en tu propia negación solamente para recibir el pago del ayuno de Pascua, o para recibir la grandiosa recompensa de Dios? (Cf Ti 3:6). En esta Cuaresma no pongas límites a lo que el Señor desea hacer en tu vida. Dale todo el poder para que dirija tu oración, tu ayuno, tu caridad y tu sufrimiento. Deja que Él hable, ame, perdone y trabaje por medio de ti. Deja que Él te bendiga abundantemente.

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 27 de septiembre de 2012

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