nota discordante
"En aquel tiempo se presentó Juan el Bautista, predicando en el desierto de Judea" (Mateo 3:1).
Hoy la iglesia nos presenta en un personaje rústico llamado a Juan; que se vestía con pieles de camello (Mt 3:4). Además de ropa áspera y fea, comía saltamontes con miel, como quien come patatas fritas (Mt 3:4).
El estilo duro y áspero de la vida de Juan el Bautista también se reflejaba en su manera de predicar. Decía a los líderes religiosos: "Raza de víboras, ¿quién les enseñó a escapar de la ira de Dios que se acerca?" (Mt 3:7). Jesús nos dice que Juan es un profeta, "y más que un profeta" (Mt 11:9). Sin duda tenemos la obligación de escucharle con atención. Contrario a los personajes navideños que nos invitan a celebrar y a darnos gusto, Juan nos llama al arrepentimiento. Es claro que Juan el Bautista es la "nota discordante", el mensaje que arruina la mentalidad comercial de la época navideña.
Juan todavía ruge: "Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca" (Mt 3:2). "Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos" (Mt 3:3). "Produzcan el fruto de una sincera conversión" (Mt 3:8).
Oración: Padre, envía a alguien, en mi vida, que me llame al arrepentimiento. Que pueda ir a confesarme lo antes posible.
Promesa: "Sobre él reposará el espíritu del Señor" (Is 11:2).
Alabanza: ¡Alabanza a Jesús resucitado, Emmanuel, "Dios con nosotros"! En su manto y en su muslo lleva escrito este nombre: Rey de los reyes y Señor de los señores (Ap 19:16).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 19 de julio de 2013
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