la gallina ciega
"Dos ciegos siguieron a [Jesús]" (Mateo 9:27).
La Iglesia nos lee de la Biblia, repetidas veces, a cerca de los ciegos que fueron curados de la ceguera por Jesús. Nuestra primera reacción a esto tal vez es la misma reacción que tuvieron los Fariseos: "Acaso también nos llamas ciegos?" (Jn 9:40) La respuesta de Jesús a esta pregunta es: "Si, los llamo ciegos, ciegos por el pecado, y les ordeno a que se arrepientan de ambos, vuestra propia ceguera (ver Is 29:9) y de negar vuestra ceguera espiritual."
Jesús habla "sin rodeos" "directo al grano." El lo llama claramente pecado "pecado" y actúa como Dios ordenándonos que nos arrepintamos. Nosotros podemos reaccionar a la franqueza de Jesús como lo hicieron los Fariseos. Podemos ciegamente tratar de matar al Único que nos puede curar de nuestra ceguera, o podemos confesar nuestra negación, ver nuestra ceguera, y gritar a Jesús: "Hijo de David, ten compasión de nosotros!" (Mt 9:27). Entonces, Jesús tocara nuestros ojos y seremos curados.
Hay regalos de Navidad, y también hay regalos de Navidad. Podemos recibir regalos con un valor de $5 o de $5,000, hay también regalos que no tienen precio. La curación de la ceguera espiritual es uno de los más grandes regalos que una persona puede recibir. Esta curación es mucho más valiosa que la curación de la ceguera física, es mucho más grande. Arrepiéntete, abre tu regalo de Navidad, y abre tus ojos espirituales.
Oración: Jesús, "Quiero ver" (Mc 10:51).
Promesa: "Aquel día verán los ojos de los ciegos" (Is 29:18).
Alabanza: San Nicolás fue un monje santo antes de que Dios lo elevara a un abad, arzobispo y santo. El estableció el estándar de dar regalos de generosidad y libertad.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 19 de julio de 2013
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