divididos caemos...y nos elevamos
"Les digo que he venido a traer la división" (Lucas 12:51).
Jesús es el Médico Divino (Cfr. Mt 9:12). En una operación para extirpar un tumor maligno, un cirujano sepa las células sanas de las cancerosas; eliminando el cáncer y protegiendo el resto. Del mismo modo, Jesús separa el bien del mal (Mt 25:32).
Jesús es "el carpintero" (Mc 6:3). En su taller, remueve la madera podrida y la remplaza por madera sólida. De esta manera Él "tira lo que no sirve" (Mt 13:48).
Jesús es la Palabra de Dios (Jn 1:1). Él, la Palabra Viva "penetra hasta la raíz del alma y del espíritu, de las articulaciones y de la médula" y "discierne los pensamientos y las intenciones del corazón" (Heb 4:12). Él nos separa de los pensamientos pecaminosos, de la amargura, la ira, el rencor y la impureza.
Jesús es familia del Espíritu Santo y con "el Padre de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra" (Ef 3:14-15). Él atiende a las familias que tienen que ser reconstruidas o restauradas (Lc 12:52-53).
¿Por qué Jesús "ha venido para traer la división"? (Lc 12:51). Dios es amor (1 Jn 4:8, 16), que sufre "angustia" (Lc 12:50) hasta que "seamos colmados por la plenitud de Dios" (Ef 3:19). Este amor no acepta aquello que nos aleje esa plenitud.
Oración: Padre, confiérenos los dones en armonía con las riquezas de Tu gloria (Ef 3:16).
Promesa: "Porque el salario del pecado es la muerte, mientras que el don gratuito de Dios es la Vida eterna, en Cristo Jesús, nuestro Señor" (Rm 6:23).
Alabanza: San Antonio continuó predicando sobre Cristo frente a varios intentos de asesinato.
Referencia: (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 5 de junio de 2013
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