Imagínate al Jesús transfigurado. "Su rostro cambió en apariencia y sus vestidos resplandecientemente blancos" (Lc 9:29) Jesús luce como Dios porque El es Dios.

Imagínate a ti mismo pocos días o años mas tarde. Aquellos que han muerto creyendo en Jesús (1 Ts 4:17). Y aquellos viviendo en su gracia cuando El vuelva , subirán a los cielos al encuentro del Señor "El le dará una nueva forma a estos pobres cuerpos de nosotros y los hará de nuevo semejantes a la imagen de Su cuerpo glorificado" (Flp 3:21). Nuestros cuerpos serán creados para parecerse al transfigurado cuerpo de Jesús.

Nuestro cuerpo comienza a ser transformado cuando somos bautizados. Así

participamos de la naturaleza de Dios (2 P 1:4).

Cuando vivimos nuestro Bautismo ofreciendo nuestros cuerpos como sacrificios vivos a Dios (Rm 12:1), nosotros promovemos nuestra transformación.

Cuando, como discípulos de Jesús, vivimos nuestras vidas de acuerdo a Jesús (ver Lc 9:35) nosotros continuamos siendo transformados y santos en cada aspecto de nuestra conducta ( 1 P 1:15). Nuestra fe crece a medida que oímos al Señor (Rm 10:17) Por la fe, nosotros aceptamos la gracia (Ef 2:8) ser restaurados a la imagen de Dios el Padre imitando a Jesús, "El es la Imagen del Dios invisible" (Col 1:15)

Estas siguiendo los pasos de la Montana de la transfiguración?

Estas siguiendo los pasos de la salvación, disciplina, y santidad? Vas a parecerte bastante al Jesús transfigurado?

Rescripto:  †Muy Reverendo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 22 de junio de 2012

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