Hoy la Iglesia conmemora la dedicación de la basílica de Letrán en Roma en el siglo IV. Este edificio de la iglesia ha sido llamada la madre de todas las iglesias. Hoy la Iglesia nos enseña que no sólo pertenecemos a nuestra Iglesia parroquial, sino también a la Iglesia universal, el cuerpo de Cristo (1 Corintios 12:27).

Esta fiesta nos recuerda que, como miembros de la Iglesia, pertenecemos a una diócesis en particular, pero también estamos conectados a la Iglesia universal a través de su Papa y sus obispos. Celebramos la dedicación de la basílica de Letrán como una "expresión de la variedad y universalidad del Pueblo de Dios, y de la unidad de la grey de Cristo, en la medida en que está agrupada bajo una sola cabeza", es decir, el Papa (Catecismo, 885). El Papa, los obispos, y cada uno de nosotros "somos uno en Cristo Jesús" (Gal 3:28).

Cuando aceptas a Jesús como tu Señor y Salvador y recibes el Bautismo, te conviertes en un miembro de su Cuerpo místico. Te conviertes en una morada para Jesús, un templo en el que mora el Espíritu Santo (1 Corintios 3:16). Ahora que estás en Su cuerpo, Jesús quiere hablar sobre el templo de tu cuerpo (Jn 2:21). Deja que Jesús sea tu Señor y te limpie (Jn 2,14 ss). Que haga lo que desee en tu vida para hacer de ti una fuerte y viva piedra, para construir y fortalecer su Iglesia universal (1 Pedro 2:4-5, 1 Corintios 3:9 y ss.)

Rescripto:  †Muy Reverendo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 13 de augusto de 2012

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