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Sábado, 29 de septiembre de 2012

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Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael


Daniel 7:9-10, 13, 14
Juan 1:47-51
Salmo 138:1-5
Apocalipsis 12:7-12

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Reflexiones Similares

jesús, señor de los ángeles

"Yo en verdad os digo, veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del Hombre." &#151;Juan 1:51

Fuera de millares (Dn 7:10), incluso miles de millones de ángeles, la Biblia revela los nombres de sólo tres - Miguel, Gabriel y Rafael. Miguel es conocido por luchar contra el demonio (Ap 12:7). Gabriel iluminó a María acerca de la Encarnación (Lc 1:26). Rafael devolvió la vista a Tobías (Tb 11:07 y ss.) Para que sea más fácil de recordar, Miguel nos ayuda en la lucha, Gabriel nos da la luz, y Rafael restaura nuestra visión físicamente y, en especial, espiritualmente.

El propósito de la lucha es avanzar en el reino de Jesús. La luz es para conocer la voluntad de Jesús, y la vista es para ver la cara de Jesús ( 1 Co 13:12). Toda la actividad de los ángeles se centra en Jesús. Los ángeles subían y bajaban en Jesús, el hijo del hombre, mientras estaba en la tierra (Jn 1:51). En el cielo, todos los ángeles claman ante el trono de Jesús: "Digno es el Cordero que fue inmolado para recibir el poder y la riqueza, la sabiduría y la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza" (Ap 5:12)

Jesús es el centro de atención de los ángeles. Si Él es el centro de atención para nosotros, vamos a experimentar la actividad de los ángeles. Cuanto más cerca estemos de Jesús, más nos relacionamos con Miguel, Gabriel y Rafael - y en cuanto necesitemos luchar contra el diablo, veamos la luz de la revelación, y tengamos una visión espiritual clara. Conocer los nombres y los ministerios de los tres arcángeles se centra en conocer a la persona y el nombre de Jesús.

Oración:  Jesús, mientras este venerándote en tu trono, ayúdame a notar a los ángeles adorándote junto a mi.

Promesa:  "En la presencia de los ángeles cantaré tu alabanza." —Sal 138:1

Alabanza:  San Miguel fue el luchador principal contra el diablo en la batalla celestial (Ap 12:7). Te alabo, Señor, por enviar poderosos ángeles para protegernos.

Rescripto:  †Muy Reverendo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 22 de junio de 2012

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