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Viernes, 26 de julio de 2013

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santos Joaquín y Ana


Éxodo 20:1-17
Salmos 19:8-11
Mateo 13:18-23

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¿cegados al hurto?

"Viene el Maligno y arrebata lo que había sido sembrado en su corazón" (Mateo 13:19).

¿Cuánto de la Palabra de Dios has escuchado a través de los años en tu casa, en la Iglesia y la escuela, sea a través de la lectura o en una predicación? ¿Cuánto de la Palabra de Dios conoces y vives? La diferencia entre tus respuesta a estas dos preguntas demuestra cuánto de la palabra que te ha hurtado el Maligno. Muchos de nosotros hemos estado expuestos a la palabra de Dios durante años, pero tenemos poco que lo demuestra. El diablo nos ha literalmente cegado al hurto. Ni lo reportamos a las autoridades ni gritamos auxilio. Simplemente nos resignamos a que Satanás nos siga robando a diario de la Palabra de la Vida.

La palabra de Dios nos dice: "sométete a Dios; resiste al diablo y él tomará vuelo"(San 4:7). Podemos robar al ladrón y recuperar todo lo que el diablo nos ha robado (véase Lc 11:22). Hacemos esto con fe en Jesucristo, expresado en oración y obediencia. El Espíritu Santo nos permitirá recordar pasajes de la palabra de Dios que nosotros no hemos recordado en años. Aplicaremos la Palabra para santificar todo aspecto de nuestra vida (1 Pd 1:15).

Jesús sabe cómo evitar el robo del diablo. Reporta todo hurto a Jesús, tu Autoridad. Necesitamos que Jesús nos libre del mal (Mt 6:13). Jesús no sólo siembra la semilla, sino que la cuida.

Oración:  Jesús, me han robado miles de veces. Por favor, recupérame los bienes robados.

Promesa:  "Honra a tu padre y a tu madre, para que tengas una larga vida en la tierra que el Señor, tu Dios, te está dando" (Ex 20:12).

Alabanza:  Los nombres de los santos Joaquín y Ana significan "el Señor levanta" y "la gracia". María, Joaquín y Ana, ruega que nosotros adoremos y amemos a Jesús como lo hicieron ustedes.

Referencia:  (Esta enseñanza fue presentada por un miembro de nuestro equipo editorial)

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 1 de marzo de 2013

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