< <  

Domingo 14 de julio de 2013

  > >

XV Domingo de Tiempo Ordinario


Deuteronomio 30:10-14
Colosenses 1:15-20
Salmo 69:14, 17, 30-31, 33-34, 36-37
Lucas 10:25-37

Ver Lecturas en Inglés
Reflexiones Similares

el vecindario y la hermandad

"¿Quién es mi prójimo?" –Lucas 10:29

Los cristianos creen que todas las personas son llamadas a convertirse en hermanos y hermanas en Cristo, pero nos cuesta creer que todas las personas sean hermanos y hermanas. Primero, tendrían que ser bautizados en la familia de Dios. Mientras no creamos que la hermandad universal está presente en todos los asuntos, los cristianos creemos en una comunidad universal. Creemos que todo mundo es nuestro prójimo y por eso debe ser respetado, amado y servido. Nuestros prójimos son:

  1. el hombre desnudo, golpeado y dejado medio muerto por los ladrones (Lc 10:30),

  2. los ladrones que golpean al hombre,
  3. el sacerdote y el Levita que rehusaron ayudar al hombre,

  4. el samaritano, es decir, nuestro enemigo porque los samaritanos eran enemigos de los judíos y,

  5. el juez que cuestionó a Jesús para "justificarse" (Lc 10:29).

Nuestros prójimos son todos – el amigo o el enemigo, la víctima o el agresor, el que vive cerca o el que vive lejos.

Si amamos a nuestros prójimos, es posible que ellos se conviertan en nuestros hermanos y hermanas. "El amor no pasará jamás" (1 Cor 13:8). "El amor cubre todos los pecados" (1 Pe 4:8). Si amamos a nuestros vecinos les contaremos acerca de aquél que les ama tanto que murió en la cruz por ellos. Si nosotros verdaderamente creemos en la comunidad universal, podemos ver el cumplimiento de la hermandad universal. Ama a tus prójimos del reino de Dios.

Oración:  Padre, que pueda amar a mis vecinos tanto que pueda decirles que Tú quieres ser su Padre.

Promesa:  "Él es la Imagen del Dios invisible, el Primogénito de toda la creación." —Col 1:15

Alabanza:  ¡Alabe a Jesús cuyo amor nos hizo hermanos y hermanas en Él! "Alabaré con cantos el nombre de Dios" (Sal 69:31).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 1 de marzo de 2013

El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.