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Lunes, 6 de abril de 2015

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Semana Santa


Hechos 2:14, 22-33
Salmos 16:1-2,5, 7-11
Mateo 28: 8-15

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nuestra alegría

"Se alejaron rápidamente del sepulcro y fueron a dar la noticia a los discípulos" (Mateo 28:8). "Jesús les dijo: '¡No teman!'" (Mateo 28:10).

Cuando los primeros seguidores de Jesús se enteraron de que había resucitado, algunos no sabían si temer o alegrarse (Mt 28:8). Estas reacciones todavía ocurren hoy en día cuando nos encontramos con Jesús resucitado. Si bien nos alegramos, también nos damos cuenta rápidamente de que la vida resucitada trae nuevos desafíos y responsabilidades, especialmente en la evangelización.

Satanás no pudo evitar la resurrección de Jesús de entre los muertos, por lo que ahora se dedica a tratar de interferir en la difusión la Buena Nueva que anuncia que Jesús está vivo y de que ha vencido al pecado y la muerte para siempre. Una de las principales formas en que Satanás intenta limitar la propagación de la buena noticia es infundir el miedo a los testigos de Jesús (miedo a evangelizar o a cambiar radicalmente su estilo de vida; miedo a proclamar la fe o miedo al cambio). Si Satanás pudiera controlarnos, nos haría testigos a medias o simplemente indiferentes. Por lo tanto, Jesús les dijo inmediatamente a sus primeros testigos:.. "No teman" (Mt 28:10). Jesús les anima a superar el miedo con el siguiente reto: Él envió a sus seguidores a ir y dar las buenas noticias (ver Mt 28:10).

Si nos sentimos atemorizados, como las mujeres en la tumba, hay que apoyarse en la Esperanza que nos "llena de alegría" (Mt 28:8). "Piensen en Jesús" y el gozo de su resurrección victoriosa (Heb 3:1). Que su alegría sea la tuya, y que tu gozo sea perfecto en Él (Jn 15:11).

Oración:  ¡Jesús, tú has resucitado! ¡Tú has vencido al pecado y la muerte! Úsame para anunciar sin temor la Buena nueva de una vida que ha resucitado contigo.

Promesa:  "A este Jesús, Dios lo resucitó, y todos nosotros somos testigos" (Hch 2:32).

Alabanza:  ¡Alabado sea Jesús resucitado, que nos llama a cada uno por su nombre! ¡Aleluya!

Referencia:  (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 1 de abril de 2015

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