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Sábado, 5 de abril de 2014

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san Vicente Ferrer


Jeremías 11:18-20
Salmos 7:2-3, 9-12
Juan 7:40-53

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Reflexiones Similares

jesús, el "restaurador"

"Y cada uno regresó a su casa" (Juan 7:53).

Zaqueo encontró a Jesús y le abrió su casa. Ese día, la salvación llegó a su hogar (Lc 19:9). Un oficial real encontró a Jesús quien le prometió curar a su hijo. "Jesús le dijo: 'vuelve a tu casa' " (Jn 4:50). Su hijo fue sanado y toda su familia se convirtió (Jn 4:53). Un hombre poseído por el demonio encuentra a Jesús y es liberado. Cuando el hombre quiere seguir a Jesús, Él le dice: "Vete a tu casa" (Mc 5:19). El hombre habló a su familia acerca de la misericordia de Jesús y ellos quedaban admirados (Mc 5:20). Para esta gente, Jesús era el restaurador del hogar.

También los líderes judíos de Jerusalén se encontraron con Jesús; ellos lo menospreciaron y regresaron a sus casas (Jn 7:53). Tristemente, no supieron aprovechar su visita y la paz que llegaría a sus casas (Lc 19:42-44). Cuarenta años más tarde, sus casas fueron destruidas por los romanos (Lc 19:44). Las personas de las ciudades de Corozaín y Betsaida encontraron a Jesús y vieron sus milagros de primera mano. Sin embargo, ellos no llevaron a Jesús a sus vidas ni a sus hogares. Como Jesús profetizó, sus casas también fueron destruidas por el ejército romano (Mt 11:20-24).

Ya que has encontrado a Jesús, es momento de llevarlo a tu hogar. Dale el control de todo lo que ocurre en tu casa. Es probable que haya algunas áreas deterioradas o deformadas (ver Lc 12:51-53). Pero no debes preocuparte pues Jesús es el "Restaurador de moradas en ruinas" (Is 58:12). Hay ocasiones en que es mejor destruir algo y volver a construirlo sobre una base sólida; teniendo presente el fin último es la restauración de tu hogar. Permite que Jesús sea el Señor de tu hogar. Entonces tu hogar será tan fuerte y unido que sobrevivirá incluso a las peores pruebas (Mt 7:24-25).

Oración:  Padre, utiliza mi hogar como plataforma de lanzamiento para la propagación del Evangelio.

Promesa:  "Mi escudo es el Dios Altísimo, que salva a los rectos de corazón" (Sal 7:11).

Alabanza:  El lema de san Vicente era: "Hagas lo que hagas, piensa que no es obra tuya, sino de Dios."

Referencia:  (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 18 de diciembre de 2013

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