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Lunes 29 de abril de 2013

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santa Catalina de Siena


Hechos 14:5-18
Salmo 115:1-4, 15-16
Juan 14:21-26

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inválido

"Había en Listra un hombre que tenía las piernas paralizadas. Como era tullido de nacimiento, nunca había podido caminar" (Hechos 14,8).

De todos los signos y maravillas obradas por el Espíritu Santo en la naciente Iglesia, la sanación del hombre "inválido de nacimiento" fue el primer milagro luego de Pentecostés (Cfr. Hch 3,6ss). De todos los milagros hechos por el Espíritu por medio de Felipe en Samaria, la Biblia enfatiza: "Buen número de paralíticos y lisiados quedaron curados" (Hch 8,7). No sólo Pedro, Juan y Felipe sanaron lisiados, también Pablo le ordenó a otro lisiado de nacimiento: "'¡Levántate y permanece erguido sobre tus pies'! Él se levantó de un salto y comenzó a caminar" (Hch 14,10). Parece que sanar lisiados era parte de las credenciales de los primeros cristianos (Cfr. 2Cor 12,12).

El hecho de que la sanación del lisiado reciba tanto énfasis en los Hechos de los Apóstoles parece indicar que esta sanación no era una acción aislada, sino un milagro representativo de la iniciación de la vida cristiana. Debido al Pecado Original, somos el equivalente a un "inválido espiritual" al momento de nuestro nacimiento. Debemos recibir la gracia que nos ayude a combatir esta flaqueza espiritual, de modo que podamos caminar como discípulos tras los pasos de nuestro Maestro, Jesús (Cfr. 1Pe 2,21). Dios utiliza a los cristianos auténticos para ayudarnos a superar nuestra "invalidez", de forma que podamos "caminar en la luz" ya que Jesús es la Luz (1Jn 1,7).

¿Caminas con Jesús o eres inválido? ¿Motivas a otros a caminar con Jesús? ¿Eres un auténtico discípulo de Jesús, traes nuevos discípulos para Él?

Oración:  Padre, muéstrame dónde soy inválido. Que pueda saltar y empezar a caminar por tu gracia. Que pueda guiar a otros a hacer lo mismo.

Promesa:  "El que me ama será fiel a mi palabra y mi Padre lo amará; iremos a Él y habitaremos en Él" (Jn 14,23).

Alabanza:  Cuando santa Catalina tenía veintisiete años, había convertido a miles con sus palabras y acciones.

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 19 de diciembre de 2012

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