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Martes, 17 de enero de 2017

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san Antonio Abad


Hebreos 6:10-20
Salmos 111:1-2, 4-5, 9-10
Marcos 2:23-28

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atando el nudo

"Esta esperanza que nosotros tenemos, es como un ancla del alma, sólida y firme, que penetra más allá del velo, allí mismo donde Jesús entró por nosotros…" (Hebreos 6:19-20).

El Día Judío de la Expiación, el sumo sacerdote entraba en la presencia de Dios en el Lugar Santísimo en el Templo para expiar los pecados del pueblo. Nadie, excepto el Sumo Sacerdote podía entrar "más allá del velo" que separaba el Santo de los Santos del pueblo, e incluso solo él podía entrar un día al año. El Arca de la Alianza, que representaba la presencia especial de Dios, se encontraba en el interior del Santo de los Santos. En el Antiguo Testamento, las personas que tocaron el Arca, o que entraron en la presencia de Dios sin autorización, cayeron muertas (ver 2 Sm 6:7). Por lo que, las personas ataban una cuerda alrededor del Sumo Sacerdote antes de entrar "más allá del velo", de manera que en caso que él muriera, las personas podrían sacarlo sin correr el riesgo de morir. La esperanza de las personas para la expiación con Dios descansaba en el Sumo Sacerdote unido a la cuerda.

El autor de Hebreos compara un ancla con el Sumo Sacerdote. Un ancla es vinculada a una cuerda, por lo que el ancla permanece unida a la nave y la nave unida a esta. El libro de Hebreos proclama que Jesús es nuestro Sumo Sacerdote. Él ha entrado más allá del velo para que seamos reconciliados con Dios, para el perdón de nuestros pecados. No solo eso, sino que con la muerte de Jesús, ese mismo velo se rasgó en dos, "de arriba a abajo", es decir, por la mano de Dios y no por la mano del hombre (Mt 27:51). Jesús ha desgarrado el velo que nos separa de Dios. En Jesús tenemos acceso completo a Dios (Ef 2:18). ¡Aleluya!

Oración:  Señor Jesús, mi ancla, amárrame de forma tan segura a Ti, para que nunca sea capaz de alejarme.

Promesa:  "Porque Dios no es injusto para olvidarse de lo que ustedes han hecho y del amor que tienen por su Nombre, ese amor demostrado en el servicio que han prestado y siguen prestando a los santos" (Heb 6:10).

Alabanza:  San Antonio vendió sus pertenencias, se las dio a los pobres (Mt 19:21) y se sostuvo solamente en Dios (Mt 6:34).

Referencia:  (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).